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Lugar de enterramiento

Jerusalén

El Muro Occidental

El Muro Occidental es el muro de contención occidental del Monte del Templo y el más cercano al Lugar Santísimo, un remanente externo del Templo.

Esta es una de las cuatro paredes del Monte del Templo que sobrevivió a la destrucción que ocurrió durante el período del Segundo Templo.

Desde la destrucción del Templo, el Muro Occidental ha sido una fuente de inspiración para el pueblo judío para la oración y la preservación de la memoria.

Después de la Guerra de los Seis Días y la liberación de Jerusalén del dominio jordano, el Muro Occidental volvió a ser un lugar de oración y un lugar patrimonial donde se llevan a cabo ceremonias oficiales del Estado de Israel.

La costumbre más conocida es enterrar notas entre las grietas de las piedras del Muro, en las que se escriben peticiones y oraciones.

El Muro era uno de los cuatro enormes muros de contención. Herodes creó una gran plaza en el monte Moriah, en cuyo centro se encuentra el templo. En el siglo XVI, cuando se prohibió la ascensión judía al Monte del Templo, los judíos comenzaron a utilizar el Muro Occidental como lugar de oración, símbolo de anhelo y símbolo de anhelo por el Templo.

Las piedras con las que se construyó el muro están desconchadas, lo cual es típico de la construcción en la época de Herodes: el marco de piedra está desconchado, alisado y ligeramente hundido en comparación con el centro de la piedra, un poco más prominente. El Muro está construido con piedras labradas y de enormes dimensiones. Su peso oscila entre 2 y 5 toneladas. La altura original del Muro era de unos 30 metros y aproximadamente medio kilómetro de largo, con el lecho de roca de Jerusalén en sus cimientos. En el espacio entre los muros y la montaña se construyeron rellenos y bóvedas, y sobre ellos se construyó una plaza pavimentada, con una superficie de 144 mil metros cuadrados, superficie igual a la de 12 campos de fútbol modernos.

En los años en que Jerusalén estaba dividida entre el Estado de Israel y el Reino de Jordania, el acceso al Muro Occidental estaba prohibido, y por eso muchos judíos se dirigieron al Monte Sión -a la tumba del rey David- para observar desde el techo de el edificio hacia el Monte del Templo, con la esperanza de regresar y orar en el Muro de las Lamentaciones. Con el fin de la Guerra de los Seis Días, multitudes acudieron en masa al Barrio Judío y especialmente al Muro de las Lamentaciones. Poco tiempo después, las casas del barrio mogol que se construyeron cerca del Muro, fueron destruidas y se creó la plaza de oración.